Lunes, 11 de Septiembre de 2006
Reportaje Empresa: Gustavo Olivares, empresa Dropco:
CREANDO FUTURO EN BIOTECNOLOGÍA
Por: Camila Arraigada
Pionero en desarrollar productos biotecnológicos de verdadera innovación, inexistentes en los mercados mundiales, la experiencia de Gustavo en esta área no ha sido fácil, ya que ha debido sortear los obstáculos que impone la burocrática legislación chilena. A pesar de años de grandes esfuerzos, esta ha sido, definitivamente, la temporada de cosecha para transformarse en una de las escasas empresas nacionales con una real perspectiva en experimentación y tecnología de largo plazo.
De niño le gustaba hacer experimentos; mezclar una serie de elementos y esperar a ver qué pasaba fue un pasatiempo que, finalmente, detonó en lo que haría el resto de su vida como ingeniero químico. Gustavo Olivares, Sansano de corazón, desarrolló su carrera especializándose en el tema del asilamiento molecular de extractos naturales con fines científicos y tecnológicos, para el desarrollo de productos innovadores que apuntan a diferentes mercados.Su empresa, Dropco, ubicada en Viña del Mar, con sucursales en Puerto Montt y Santiago, comienza a operar en el 2002, con la mira en el desarrollo de un producto que podría revolucionar el mercado del salmón en Chile y el mundo entero. Una salmonera de Puerto Montt le había solicitado su asesoría para la erradicación de un hongo que podría matar hasta el 30% de la producción de este pez. El verde malaquita era el fungicida químico utilizado a nivel mundial para el tratamiento de Saprolegnia, un voraz hongo; sin embargo, se comprobó que la penetración de este producto en el músculo del salmón, producía cáncer al ser consumido por las personas, por ende, su uso fue estrictamente prohibido. Otras dos soluciones aparecen en el mercado, pero en base a elementos químicos fuertes que, a pesar de estar permitidos en las pisciculturas, existe una contravención para ser utilizados en lagos. Después de una incansable investigación y tras varios intentos fallidos, en diciembre del 2002, Gustavo Olivares realizó la primera prueba con 100 mil peces infectados con el hongo, la cual resultó absolutamente exitosa y se llegó a la primera fórmula de Saprofin, a base de aceites esenciales extraídos de cuatro especies chilenas, meticulosamente fraccionadas en cantidades específicas. “Este producto es revolucionario en la industria salmonera por su composición orgánica e inocua para el medioambiente, el que, comparado con los actuales productos presentes en el mercado, no altera el equilibrio del ecosistema y el estado natural de los peces, controlando el hongo, sin consecuencias futuras”, explica el bioquímico de la Universidad Santa María. En términos económicos, este producto representa una verdadera solución al impacto que genera la inestabilidad del medioambiente por la propagación de este tipo de hongos, por ende la comercialización de este antihongos va en directo beneficio de los productores salmoneros. No olvidemos que Chile es el segundo productor de este pez, después de Noruega. Saprofin ya se está validando en las grandes empresas chilenas para desplazar los productos existentes. “También estamos enviando muestras al extranjero, para certificar a Saprofin en el hongo que ataca a la Tilapia, un pescado cuya producción, a nivel mundial, es veinte veces mayor con respecto al salmón. Como la Tilapia es un pescado de consumo masivo y con grandes problemas de hongos, sus productores pueden ser grandes compradores de Saprofin”, agrega Gustavo Olivares.
Industria del salmón en ChileEn sus veinte años de desarrollo, la industria chilena del salmón ha logrado posicionarse como el cuarto sector exportador del país y el segundo productor de salmón a nivel mundial, generando 30.000 puestos de trabajo directos en centros de cultivo y plantas de proceso, y otros 15.000 empleos indirectos a través de los diferentes rubros de proveedores.Sólo en la X Región, la industria salmonera ha realizado inversiones del orden de los US$ 1.700 millones. Para el año 2010, el sector prevé la materialización de inversiones por un total US$ 1.460 millones, de los cuales gran parte serán destinados al desarrollo de la salmonicultura en la XI Región. Esto posibilitará la creación de 19.000 nuevos puestos de trabajo, adicionales a los 3.000 que ya otorga el sector en esa zona del país. La trayectoria exitosa de la industria chilena del salmón tiene nuevos y constantes desafíos para la Asociación de la Industria del Salmón de Chile A.G., que hoy está empeñada en consolidar a este sector como una industria modelo en un plazo de cinco años, considerando fundamentales aspectos de producción limpia, relaciones laborales, inserción en la comunidad local y producción de un bien de calidad superior
La legislación queda en pañales frente a temas de tanta innovación y desarrollo.
Más que un corte de alasEste avanzado producto, que fue exitosamente probado en el 2002, recién este año logró la aprobación del Servicio Agrícola y Ganadero para comenzar la comercialización. Gustavo, junto a otros dos socios que aportaron el capital para invertir en este antihongos, debió abrir una sucursal en Puerto Montt, donde contrataron a una serie de expertos en la materia, como biólogos y veterinarios, con altos costos para la puesta en marcha. “Este era un tema de sanidad muy delicado en el que había que estar en terreno, de grandes magnitudes, y hubo que soportar tres años para mantener vivo el proyecto, mientras yo trataba por todos los medios de que el producto se validara”. Gustavo no culpa a los entes fiscalizadores, ya que ellos únicamente hacen que la ley se cumpla a cabalidad, más bien es la legislación la que queda en pañales frente a este tipo de temas de tanta innovación y desarrollo. “Es muy difícil mantener un producto que sabes es exitoso y, además, beneficioso para una gran cadena de entes que giran en torno a que se valide el producto. Si finalmente es Chile el que gana con este tipo de proyectos, por lo que es muy frustrante haber tenido que recorrer un camino tan pesado”, se explaya Olivares, aunque prefiere no referirse al tema. La falta de una legislación en este ámbito, tuvo en jaque la fabricación de este producto orgánico, básicamente por un vacío legal existente en este tipo de temáticas innovadoras. Saprofin se define como un sanitizante natural para el agua, no es un fármaco, y ante la inexistencia de un estatuto específico, la ley lo define como tal, con todas las trabas que esto conlleva. De hecho, intentaron validar el producto primero en Israel, ya que el gobierno de ese país se enteró, a través de unos trabajos realizados por Gustavo en Internet, que se estaba investigando en este antihongos. Pero esta maravillosa transacción no pudo concretarse, ya que sin el permiso chileno, el producto no se pudo mover del país.“Nosotros somos una empresa de innovación absoluta, no le copiamos a nadie. Por ende, vamos muy adelante con respecto a la legislación. En el extranjero, al producto no lo tachan como un remedio, como nos ocurrió en Chile; en definitiva, tuvimos que pagar los platos rotos por realizar un primer acercamiento en Chile con respecto de este tipo de temas de innovación, pero por suerte, finalmente, resultó todo positivo”, comenta el ingeniero bioquímico, mientras desconecta el teléfono tras una serie de insistentes llamados y nos explica: “es que ya con el producto en marcha y otros en camino de validación, el teléfono no para”. Esta gran traba que es la burocracia en el proceso de validación, ha impedido que otras empresas pequeñas y medianas surjan o exploren en temas de innovación, ya que hay un gran factor económico que las hace tambalear. “Para llegar a la validación pasó mucho tiempo en el cual el producto quedó estancado, con todos los gastos que esto implica, y la millonaria inversión que se comienza a recuperar cuando el producto recién sale al mercado; entonces el producto ‘estrella’, queda rezagado por la lentitud en los trámites… te cortan las alas”, afirma Olivares.
El mercado de la biotecnología no tiene muchos adeptos en Chile; los motivos: la falta de incentivo e información sobre la importancia del desarrollo de capacidades innovadoras.
Productos brillantes En la actualidad, y en conjunto con Saprofin, la empresa Dropco también desarrolla otros productos pertenecientes a variadas industrias. Uno de ellos fue la célebre pintura antiarañas de rincón que la empresa Sherwin Williams le solicitó a Gustavo preparar. Este novedoso producto, completamente natural, que genera un rechazo en la araña, salió al mercado a principios de este año, con gran éxito en ventas. Otro producto es el Zz100, un anestésico para peces con un efecto de seis horas, un gran paso, ya que los actuales tienen una duración de sólo cinco minutos. Esta sustancia comienza el largo camino de la validación, junto a un antiviral, también para peces, que reacciona en su sistema inmunológico, logrando la inmunidad frente a los ataques de un virus que puede llegar a matar el 90% de esta población. Olivares también pretende entrar al mercado de los vinos, con un acaricida natural que protege las vides del ataque de un ácaro de difícil eliminación que se introduce en sus cortezas. “Otra fórmula en la cual estoy trabajando, es la extracción de los antioxidantes del vino, a través de un método que inventé, para poder utilizarlos en la mejora de los alimentos para las personas”, agrega el ingeniero bioquímico. El mercado de la biotecnología no tiene muchos adeptos; los motivos, la falta de incentivo e información sobre la importancia del desarrollo de capacidades innovadoras para el surgimiento de las empresas como entes competitivos en los mercados extranjeros. Como comenta Olivares, “la mayoría de las empresas están acostumbradas a realizar las cosas de una misma manera y no sienten que innovar sea trascendente para sus negocios”. Gustavo manifiesta su preocupación al ver que no existen competidores en esta área de negocios. “En variadas ferias internacionales, el único stand chileno ha sido el mío, o un par más, a pesar de que este tipo de oportunidades son ventanas abiertas a compradores de todas partes del mundo. Eso refleja lo estancados que estamos en la innovación”, afirma. Habitualmente se piensa que el tema monetario es el gran impedimento para el desarrollo de la ciencia y la tecnología en Chile, pero existe una falta de información que comienza en la pirámide de los organismos pertinentes, que no ajustan sus conocimientos a la rapidez con que estos temas evolucionan, como también la visión sesgada de las empresas por darle prioridad al desarrollo tecnológico y el poco incentivo a las empresas que sí están haciendo cosas innovadoras; por tal razón, empresas como Dropco son sólo la excepción a una regla que va en desmedro del crecimiento de nuestro país.
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